Badajoz / Jerez de la Frontera, Agencias

Un niño gitano de 4 años murió en la noche del jueves en Azuaga (Badajoz) sepultado por el techo de la vivienda familiar que se derrumbó debido a los fuertes vientos y la lluvia que ha padecido el sur de Extremadura en las últimas horas.

La casa, de dos plantas, estaba en obras, lo que precipitó el desplome de la parte superior de la vivienda, de construcción antigua y con materiales escasamente resistentes, como barro y arcilla. El menor quedó enterrado entre los escombros tras el derrumbe y, a pesar de que lo rescataron los Bomberos aún con pulso, perdió la vida poco después.

En la vivienda se encontraban en el momento del trágico suceso el matrimonio y otros dos hijos, de 15 y 8 años, que resultaron heridos de diversa consideración.

El temporal de intensas lluvias que estos días azota el sur y el oeste peninsular está afectando de manera especial a Cádiz, sobre todo a Jerez de la Frontera, donde las precipitaciones han provocado inundaciones que han obligado a cortar el tráfico de la autopista AP-4, la conexión por tren y a cerrar el aeropuerto de Jerez, por lo que se ha activado el plan provincial de inundaciones.

La autopista AP-4 permaneció cerrada al tráfico en los dos sentidos desde la noche del jueves por las inundaciones de casi dos metros provocadas por las intensas lluvias y por el desembalse de la presa de Bornos. A mediodía de ayer se reabrió parcialmente la circulación mientras continuaban los trabajos para retirar el agua, el barro y las piedras de la calzada. En la madrugada de ayer los vehículos que circulaban por esta vía en sentido Cádiz tuvieron que ser ayudados a salir de la autopista para que no quedaran atrapados.

Las lluvias también obligaron a primeras horas de la mañana al corte del tráfico ferroviario con origen y destino a Cádiz debido a los daños entre las estaciones de Lebrija y El Cuervo. También quedó cerrado el aeropuerto de Jerez, ya que el campo de vuelo quedó lleno de barro y piedras, impracticable para maniobras de aterrizaje y despegue, mientras que las inmediaciones de la terminal quedaron totalmente anegadas hasta el punto de que los pasajeros tuvieron que ser evacuados. La terminal se reabrió cerca de las tres de la tarde.

Además, numerosos vecinos tuvieron que ser rescatados de sus viviendas, completamente enterradas bajo el agua, sobre todo en las inmediaciones del cauce del río Guadalete.

Una nueva y profunda borrasca atlántica se situará hoy en el oeste peninsular y se desplazará durante el domingo hacia el noreste, afectando a gran parte de la Península.