Nueva York, E. P.

La petrolera británica BP, propietaria de la plataforma petrolífera que explotó la semana pasada y que ha creado una marea negra en el golfo de México, anunció este martes que desde el pasado domingo está trabajando en la perforación de un pozo en las proximidades del inicial con el fin de sellar el vertido. La compañía cifra en 6 millones de dólares (algo más de 4,6 millones de euros) diarios el desembolso que está realizando para hacer frente a la catástrofe.

El pozo auxiliar para interceptar y aislar el pozo que está realizando el vertido comenzó el domingo por la tarde, informó la compañía ayer en un comunicado, en el que precisa que el nuevo pozo se encuentra a unos 1.525 metros de profundidad y busca interceptar el ya existente a casi 4.000 metros por debajo del fondo del mar y sellarlo de forma permanente. El punto donde se está perforando el nuevo pozo se encuentra a unos 800 metros del lugar donde estaba la plataforma que estalló y los trabajos, según BP, se estima que duren «unos tres meses».

«Éste es otro paso clave en nuestro trabajo para frenar permanentemente la fuga de crudo del pozo», defendió el presidente ejecutivo de BP, Tony Hayward. «Al mismo tiempo, continuamos nuestros esfuerzos para detener la marea y controlar el crudo en el lecho marino y para proteger la costa en un ingente esfuerzo junto con las agencias gubernamentales y las comunidades locales», añadió. Asimismo, la compañía petrolífera indicó que ha realizado una segunda inyección de dispersores de crudo directamente al chorro de petróleo en un punto próximo al vertido principal en el fondo marino. El objetivo de esta técnica es «degradar naturalmente (el petróleo) y reducir la superficie de impacto».

Por otra parte, BP señaló que se están haciendo «rápidos progresos» en la construcción de un «sarcófago presa» de acero que se prevé instalar sobre el lugar del vertido y, mediante una tubería, canalizar el flujo del crudo desde el fondo hasta la superficie, donde sería procesado y almacenado de forma segura a bordo de un buque especial.

Si las condiciones meteorológicas lo permiten, indicó BP, la primera instalación de una cobertura de este tipo comenzaría a activarse en el plazo de una semana, pero que sólo una vez instalada se podrá comprobar su efectividad.

Entre tanto, la petrolera sigue empleando ocho submarinos manejados por control remoto en el lecho marino y dispone de más de 870.000 litros de dispersor para emplearlos en cuanto las condiciones meteorológicas en la zona mejoren y se calme el mar, y ha pedido otros 787.000 litros más. Mientras, los estados de Alabama, Florida y Misisipi solicitaron ayer la movilización de tropas de la Guardia Nacional para reforzar los dispositivos estatales para hacer frente al impacto del vertido de crudo en el golfo de México.