Barcelona, Agencias

La británica Lianne Angela Smith, detenida como autora confesa de la muerte de sus dos hijos, una niña de 5 años y un bebé de 11 meses, en un hotel de Lloret de Mar (Gerona), convivía en un piso del distrito de Horta-Guinardó de Barcelona con el presunto pederasta Martin Anthony Smith hasta que él fue detenido por los Mossos d'Esquadra el pasado 7 de mayo, en cumplimiento de una orden internacional de busca y captura. Uno de los dos niños asesinados, el bebé de 11 meses, era hijo de la pareja. La mujer tiene aparte otros dos hijos, entre ellos una joven ya mayor de edad de la que supuestamente abusó su marido, según la Policía británica.

Según publica el británico «Daily Telegraph» en su edición digital, la mujer dejó una nota de confesión en el hotel tras asfixiar a los pequeños. No han trascendido los detalles de esa truculenta nota. Lianne Angela Smith estaba desaparecida en su país desde 2007, cuando partió hacia Cataluña junto con su marido.

El pederasta detenido, que fue extraditado anteayer, martes, al Reino Unido y que declaró ayer en la corte judicial de Carlyle en relación a trece delitos de agresión sexual, abusó de la hija mayor de su esposa, que ahora es mayor de edad, hace varios años, y ahora la autopsia determinará si también hizo lo mismo con su hija de 5 años. Hay fundadas sospechas de que pudo hacerlo.

Marc Anthony Smith, uno de los delincuentes sexuales más buscados del Reino Unido, llevaba dos años huido de la justicia y pesaba sobre él una orden internacional de busca y captura por delitos cometidos entre los años 1995 y 2005 en Gran Bretaña.

La mujer, de 43 años, fue detenida anteayer en el hotel Miramar de Lloret de Mar por su supuesta implicación en la muerte de los dos menores, después de que alertara a los recepcionistas del establecimiento y pidiera una ambulancia. Finalmente, se declaró autora de los hechos ante los agentes. Los cadáveres de los menores fueron hallados en la habitación 101 del hotel, sin signos externos de violencia, y según las primeras hipótesis pudieron morir por asfixia.

En la puerta del hotel, un oso de peluche y un ramo de flores con la tarjeta «Dios se ha llevado a dos ángeles» escrita en inglés recuerda a las dos víctimas. El suceso ha causado conmoción en la localidad barcelonesa. Los crímenes cometidos por madres siempre generan este tipo de rechazo y repulsa.

Aún hay muchos aspectos que aclarar de este asunto. Al parecer, según fuentes cercanas al caso, el pederasta y la parricida rompieron su relación sentimental hace unos dos años, poco después de quedar embarazada de su último hijo, el menor de once meses. La pareja acababa de llegar en ese momento a Barcelona tras huir de Gran Bretaña, donde el hombre era buscado por varios delitos de abusos sexuales y agresiones a menores. No obstante, fuentes policiales indicaron que la mujer vivía actualmente en Barcelona, aunque no han aclarado si convivía de nuevo con el pederasta, aunque todo hace indicar que sí.

La presunta parricida será sometida a un test psiquiátrico y pasará hoy, jueves, a disposición judicial. La consejera de Justicia de la Generalidad de Cataluña, Montserrat Tura, afirmó en Gerona que es importante tener en cuenta los aspectos psicosociales y el bagaje personal de esta mujer, porque podrían haber influido «definitivamente» en su brutal acto. La mujer podría haberse hundido psicológicamente tras la detención de su marido y quizá tenía pensado viajar a Gran Bretaña para estar más cerca de él. La mujer pagó cuatro noches por adelantado de la habitación en el hotel Miramar de Lloret de Mar, donde se instaló el pasado sábado.

En el momento de la detención, el pederasta británico más buscado no opuso resistencia a los agentes y se mostró sorprendido por la presencia policial. Tras su arresto, fue puesto a disposición de la Audiencia Nacional, en Madrid, para proceder a su extradición al Reino Unido.