Los veintitrés guardias civiles del Grupo de Acción Rápida (GAR) que fueron enviados hace casi siete meses en misión humanitaria a Haití regresaron ayer con la satisfacción del «deber cumplido», pero con la retina completa de imágenes de la «precariedad total» del desgraciado país caribeño, aunque lo más duro fue rescatar a los cuatro militares españoles muertos en abril. Entre los que regresaban se encontraba un asturiano, Enrique, que no ha facilitado sus apellidos por seguridad. El contingente se ha encargado además de mantener el orden durante las labores de distribución de alimentos, además de escoltar a personalidades y convoyes.