Oviedo, Pablo GONZÁLEZ

La familia de Isaac González, el profesor de Historia que fue asesinado por su ex yerno a hachazos en noviembre de 2002 en el barrio ovetense de Teatinos, mostró ayer su temor a que el asesino pueda beneficiarse de permisos penitenciarios en los próximos meses después de haber cumplido unos nueve años de cárcel del total de los 41 a los que fue condenado. Alejandro Riera, abogado de la familia de González, compareció ayer junto a uno de los hermanos de la víctima para advertir sobre la posibilidad de que José Luis Fernández Alas salga en libertad en los próximos meses. Además de asesinar a su ex suegro, Alas retuvo durante horas con el hacha ensangrentada en sus manos a su ex mujer, a su ex suegra, a sus dos hijos, ambos menores de edad, y a una bisabuela.

Riera advirtió de que se trata de una persona «con problemas mentales, que ha cometido hechos muy graves y que no se ha arrepentido». De ahí que la familia de la víctima tenga «miedo» porque las circunstancias en las que se encuentra el asesino «forman», según Riera, «un cóctel molotov muy peligroso». El temor de la familia surge, según su relato, cuando se enteran de que el pasado mes de enero solicitó a la junta de tratamiento de Villabona un permiso de tres días, que es aprobado, pero que luego es denegado por el Juzgado de vigilancia penitenciaria tras la oposición del fiscal. El pasado mes de marzo la historia se repite, aunque aún no se sabe si la petición, aprobada por Villabona, recibirá el visto bueno del Juzgado de vigilancia penitenciaria. Según informó ayer el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), esta segunda petición está sin resolverse porque el fiscal está a la espera de un informe que ha solicitado a Villabona. «Por lo tanto se entiende que aún no hay una resolución definitiva del permiso por parte del Juzgado de vigilancia penitenciaria», aseguraron ayer fuentes del TSJA. Precisamente, una de las quejas de la familia es la falta de información que tienen sobre la posibilidad de que el asesino salga de la cárcel debido a que, entre otras cosas, durante el juicio mantuvo «una actitud hostil» contra la que fuera su familia. «La familia quiere saber cuándo sale para irse esos días, ya que tienen mucho miedo», alegó su letrado. El crimen tuvo lugar el 1 de noviembre de 2002 cuando Alas asesinó a hachazos en el garaje al que ya era su ex suegro. Cogió sus llaves y subió al piso donde se encontraba sus dos hijos, su ex mujer y la madre y la abuela de ésta.

El secuestro duró unas cuatro horas, hasta que fue inmovilizado por la Policía. Por el asesinato fue condenado a 18 años y por los cinco secuestros y el allanamiento de la vivienda de la víctima a un total de 23 años. El máximo que puede cumplir en prisión son 25 años.