La Llaneza (Tineo),

L. VALDÉS

La última vez que los habitantes de La Llaneza (Tineo) vieron a Manuel Rodríguez fue la mañana del pasado jueves. El transportista compartió un café con sus vecinos de Casa Tomás, donde una semana atrás se había producido un incendio que acabó con la vida de una anciana de 81 años y dejó la edificación muy dañada. «Manolo fue a tomar un café con mi hermano para darle ánimos y comenzar la reconstrucción de la vivienda», afirman María José y Mari Carmen González Parrondo. Desde su despedida de Casa Tomás se perdió la pista del fallecido.

Los propios vecinos fueron los encargados de dar la voz de alarma de la desaparición del ganadero, al percatarse de que sus animales estaban desatendidos. Tras dar parte los familiares a la Guardia Civil, los agentes iniciaron la búsqueda, encontrando en la mañana del sábado el cadáver en la puerta de la cabaña, boca abajo y con un golpe en la cabeza. En el exterior de la cabaña se encontraron restos de sangre así como la marca de una mano ensangrentada en la puerta de la vivienda-establo.

Tras el suceso, los habitantes de La Llaneza esperan «para dormir tranquilos» que la Guardia Civil encuentre lo antes posible a Tomás, al que la muerte de su madre hace un año le afectó significativamente.