El abogado defensor del hombre condenado a veinte años de cárcel por asesinar con alevosía y ensañamiento a su esposa, Isabel Larriet, en el domicilio que ambos compartían en el barrio de la Corredoria, en Oviedo, ha solicitado este martes que se anule la condena o, subsidiariamente, que se aprecie una eximente incompleta de enajenación mental y la pena se reduzca a seis años de prisión.

Así lo ha solicitado durante la vista del recurso celebrada en el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), en la que tanto el fiscal Ángel Bernal, como la familia de la víctima, defendida por el letrado Francisco Pérez-Platas, han solicitado que se ratifique la sentencia dictada después de que un jurado popular considerase al acusado culpable por unanimidad de un delito de asesinato. El juicio por el recurso ha quedado visto para sentencia.

Entre los motivos aducidos por el abogado defensor Antonio Peralta, éste ha subrayado que su representado padece una "descompensación psicótica grave", que hizo que en el momento del crimen tuviera sus facultades "severamente disminuidas" y no "levemente", como aprecia el fallo de la Audiencia Provincial de Oviedo.

Además, ha añadido que no se puede apreciar ensañamiento en la comisión del crimen puesto que cuando se produjeron las lesiones sin riesgo vital, la vida de la mujer ya estaba "apagada o prácticamente apagada" como consecuencia de las primeras puñaladas y "probablemente" habría perdido el conocimiento. En último término, ha argumentado que, a su juicio, "falta motivación" en el veredicto de las personas que componían el jurado.

PRUEBAS PROFUSAS Y SAÑA

Por su parte, tanto la Fiscalía como la acusación particular han coincidido al señalar que la parte recurrente trata de hacer una valoración "sesgada" de las distintas sesiones en que se desarrolló el juicio y en el que las pruebas practicadas fueron, según el Ministerio Público, "profusas y complejas". Además, han indicado que las 17 puñaladas asestadas por el agresor denotaban "saña y provocación de un dolor innecesario", plasmado también en la existencia de heridas de defensa en los brazos de la fallecida.

Por último, y en lo que respecta a una supuesta falta de motivación en el veredicto, Bernal ha atribuido la "escueta" motivación del jurado a su condición de "legos en derecho", mientras que el letrado de la acusación ha advertido de que no se puede señalar, por un lado, que hubo error en la valoración de la prueba y, por otro, que el veredicto no estaba suficientemente argumentado.

LOS HECHOS

Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el 27 de febrero de 2010 la pareja estaba sola en el domicilio familiar cuando el hombre, "decidido a matar a Isabel", cogió un cuchillo robusto y dentado de 19 centímetros de longitud y 3,5 centímetros de anchura y se lo clavó varias veces.

Las primeras lesiones que le provocó eran de por sí mortales y, sin embargo, continuó clavándole el cuchillo cuando la mujer aún estaba viva y consciente, en el cráneo, la cara y el cuello. Cuando la mujer sufrió la agresión estaba en el sofá, desprevenida, y "no tuvo posibilidad real de defensa". El acusado, natural de Galicia, fue condenado por un asesinato con alevosía y ensañamiento y permanece ingresado en la Unidad de Enfermería del Centro Penitenciario de Villabona.

EUROPA PRESS