Bélgica / Suiza,

Agencias

Al menos 28 personas han muerto -22 de ellas niños de entre 12 y 15 años de dos colegios de las localidades flamencas de Lommel y Heverlee (Bélgica)- en un dramático accidente de autobús que tuvo lugar en un túnel de Suiza la noche del pasado martes, cuando los escolares regresaban a casa tras pasar unas vacaciones esquiando en los Alpes. Aunque a última hora de ayer aún seguían las labores de identificación de los cadáveres, entre los fallecidos hay al menos un niño con doble nacionalidad belga y española. Otros dos menores con nacionalidad hispano-belga también viajaban en el autobús, pero no han fallecido. En el siniestro resultaron heridas otras 24 personas -algunas de gravedad- y tres niños están en coma. En el autobús se encontraban 10 niños holandeses que asistían a las escuelas belgas, de los cuales 7 han perdido la vida. También viajaban en el vehículo un ciudadano polaco y otro alemán.

El accidente se produjo alrededor de las nueve y cuarto de la noche cerca de la localidad suiza de Sierre. El autobús volvía a casa con los 52 pasajeros tras disfrutar de unos días de fiesta en la nieve suiza de Val d'Anniviers, una de tantas estaciones de esquí que se llena de escolares en estas vacaciones de primavera. De hecho, el vehículo formaba parte de un grupo de tres que viajaban juntos, según el ministro belga de Exteriores, Didier Reynders. El autobús apenas había entrado en la autopista en dirección hacia Lausana cuando chocó contra el lateral de un túnel en el cantón de Valais, en el sur del país. El conductor perdió el control y el vehículo fue a estrellarse de pleno y frontalmente contra la pared de una zona de seguridad. La parte delantera del autocar quedó convertida en un amasijo de hierros. En el siniestro también perdieron la vida los dos conductores.

El primer ministro belga, Elio di Rupo, que se declaró «consternado» por la tragedia, viajó también a Suiza para trasladarse a la ciudad de Sion, a unos 15 kilómetros del lugar del siniestro, donde recibió a las familias de los fallecidos. La delegación belga viajó acompañada por un equipo de psicólogos para atender a los padres de los niños, que deberían de haber llegado en la mañana de ayer a sus casas. El presidente de la comuna de Sierre, François Genoud, declaró que se trata de «un drama posiblemente sin precedentes en Suiza», una «catástrofe terrible» que ocurrió cuando el autobús «apenas había recorrido una docena de kilómetros» por la autopista. Se trata del segundo accidente de carretera más grave de la historia de Suiza, tras el que costó la vida a 39 personas en el año 1982 cerca de Zúrich (norte del país), cuando un autobús fue arrollado por un tren en un paso a nivel sin barreras.

Genoud aseguró que el túnel en el que ocurrió el accidente, inaugurado en noviembre de 1999 y con 2,5 kilómetros de longitud, «no es más peligroso que otros lugares de la carretera», aunque reconoció que en ese tramo han ocurrido algunos siniestros menores. No obstante, subrayó que la calzada estaba en muy buen estado», que no había mucho tráfico y que el impacto ocurrió en un «tramo recto».