Washington, Efe

Las imágenes de las descargas eléctricas aplicadas a un joven autista en una escuela especial de EE UU han desatado una fuerte polémica, coincidiendo con el juicio que se celebra en Massachusetts. Los hechos ocurrieron en 2002, en el Centro Judge Rotenberg, al que acudía André McCollins, de 18 años. Los miembros del jurado vieron unas imágenes de vídeo en las que se aprecia cómo el joven, que no quería quitarse la chaqueta, se derrumba de su silla, tras recibir una descarga de un empleado situado a su espalda.

McCollins recibió hasta 31 descargas ese día, mientras permanecía amarrado en el suelo. La grabación lo muestra retorciéndose de dolor a cada descarga. Aquella sesión le dejó daños permanentes. El centro se justifica indicando que las descargas eran parte de un tratamiento aprobado por un tribunal.