Oviedo,

Félix VALLINA

La Policía Nacional le ha asestado otro golpe a la delincuencia organizada. Los agentes del cuerpo han detenido en Ourense a cinco miembros de una banda violenta de moteros que hace un mes golpearon a un hombre en Oviedo provocándole lesiones graves. Según la versión policial, la víctima, de 39 años de edad, se disponía a entrar en su domicilio de la capital asturiana cuando fue asaltada por cinco individuos, que, tras bajarse de una furgoneta, se dirigieron directamente hacia él golpeándole con un bate de béisbol, tres martillos y un objeto punzante. El agredido tuvo que ser trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde fue asistido de las graves lesiones que le ocasionaron los golpes recibidos.

La investigación para dar con los agresores fue minuciosa. La descripción proporcionada por la víctima y por varios testigos llevó al grupo V de investigación de la Jefatura Superior de Policía de Asturias a diseñar un perfil de los agresores, que según todos los testimonios encajaba con la estética de una banda de motoristas denominada «Outlaws» -que en castellano significa «fuera de la ley»-, un grupo que tiene una de sus sedes en la ciudad gallega de Ourense, pero cuyo origen es británico. La presencia en España de los «Outlaws» es «muy escasa», según fuentes policiales, aunque su pretensión es «conquistar el norte del país desde Galicia».

El episodio de violencia de Oviedo forma parte de la pretendida «conquista del Norte», uno de los «objetivos» de la rama gallega de la banda. El desplazamiento de este grupo desde Ourense a Oviedo fue premeditado, con el fin de «hacerle una advertencia» a la víctima, a la que conocían por haber coincidido en varias concentraciones moteras. «Lo hicieron para dejarle claro quién mandaba desde ese momento en el territorio», aseguraron fuentes ligadas al caso.

A pesar de su escasa presencia en España, los «Outlaws» se han ganado fama mundial a consecuencia de sus prácticas delictivas. En Europa hay 120 nuevos núcleos -grupos que ellos llaman capítulos- y su seña de identidad es el autoritarismo, «que les lleva en algunos casos a exigir impuesto revolucionario por denominarse como ellos o llevar sus siglas en sus motos o en sus chaquetas», señalaron fuentes ligadas a la investigación. «La violencia es propia de este tipo de organizaciones, inicialmente como un rechazo a los valores sociales y a las leyes. En la actualidad también como un modo de expandirse dentro del mundo del crimen e incluso como una forma de imponer disciplina entre sus miembros», aseguraron las mismas fuentes, que añadieron: «La jerarquía y sus rituales están completamente militarizados».

El grupo detenido en Ourense es un capítulo de los «Outlaws». Entre su simbología incluyen distintivos y parches con el «1%», un porcentaje que hicieron suyo en el año 1947, tras unos disturbios en California. Con motivo de esos altercados, el presidente de la Asociación Americana de Motoristas dijo que «el 99% de los motorista americanos son honestos» y los «Outlaws» alardean desde entonces de pertenecer a ese «1%» que no lo es. «Son pandillas criminales en todo el sentido de la palabra. El ingreso en esos grupos es restringido y la salida es imposible salvo con la muerte. Son racistas, homófonos y asociados al pensamiento y estética neonazi», aseguraron fuentes de la Policía Nacional.

La investigación fue llevada a cabo por el grupo V, especializado en la investigación de delitos contra las personas y perteneciente a la Brigada Provincial de Policía Judicial de la Jefatura Superior de Policía de Asturias. Los investigadores contaron además con la colaboración de la unidad de delincuencia especializada y violenta (UDEV) de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Ourense. Fueron los miembros de este cuerpo quienes practicaron las detenciones de los cinco integrantes de la banda en la ciudad gallega.