Los clientes y trabajadores que en la madrugada del martes se encontraban en el interior del establecimiento Habana Club de Vilaboa, un conocido club de alterne de la comarca pontevedresa, se sorprendieron al ver cómo en el local entraban unos agentes de la Guardia Civil. Al principio, pensaron que era una redada, pero no era así.

A quien estaban buscando los efectivos del Instituto Armado era al dueño de un vehículo BMW (según testigos con los cristales tintados y de matrícula extranjera) que estaba aparcado en las inmediaciones del local y, efectivamente, allí lo encontraron. Tras una breve conversación fue detenido. ¿La razón? Al parecer esta persona había dejado a su hijo que puede tener unos tres o cuatro años, según distintos testimonios, encerrado en el vehículo mientras él acudía al conocido club de alterne.

Al parecer fue una patrulla de la Guardia Civil que realizaba labores de prevención por la zona la que advirtió la presencia del niño en el interior del vehículo llorando y desorientado. La imagen era más bien insólita, el menor estaba solo y encerrado en el coche aparcado en las inmediaciones del citado club a las dos de la madrugada.

Los agentes decidieron buscar a su padre y entraron al local. Tras preguntar a varias personas, allí lo encontraron. Al parecer, se trata de una persona extranjera que fue detenida y a la que se le podría imputar ahora un delito de abandono de menores. Al producirse la detención en Vilaboa, el hombre tendría que responder por estos hechos ante los juzgados de Cangas.