Agentes de la Jefatura Superior de Policía han detenido a un ovetense de unos 40 años como presunto autor de un delito de posesión y distribución de pornografía infantil, dentro de una operación nacional desarrollada en quince provincias y que se ha saldado con otros doce detenidos y cinco imputado. Lo curioso del detenido en Asturias es que había pirateado la red wifi de su vecino de enfrente, tras hacerse con la contraseña, a través de la cual bajaba los contenidos pedófilos, de una gran dureza, según fuentes policiales.

Los funcionarios de Delitos Tecnológicos de la Jefatura tuvieron que dar sin embargo alguna vuelta para lograr descubrirlo. Inicialmente se dirigieron al titular de la cuenta de internet, que resultó ser un hombre de más de sesenta años. Bastó a los agentes chequear el contenido de su ordenador y comprobar los escasos conocimientos que el titular de la línea tenía en materia informática para darse cuenta de que no era la persona que estaban buscando.

La Policía terminó descubriendo que la persona que había estado descargando y compartiendo archivos de pornografía infantil era el vecino de enfrente del titular de la dirección IP. El ahora detenido se había hecho con la contraseña de la wifi de su vecino, y se conectaba a ella habitualmente. Sin embargo, todo en internet deja rastro, y los agentes se incautaron del material informático del hombre, donde se hallaron archivos pedófilos.

La operación durante la que fue arrestado este ovetense ha supuesto un esfuerzo de casi diez meses, en los que los ciberagentes rastrearon una conocida red de intercambio de archivos, a través del cual se pudo detectar más de una veintena de usuarios que tenían completamente descargados en sus equipos numerosos archivos de contenido pedófilo de extrema dureza, entre ellos agresiones sexuales a niños muy pequeños.

En un principio, la investigación ya judicializada permitió la localización de 21 domicilios desde los que se habían efectuado las conexiones ilegales. Los registros se realizaron, aparte de en Oviedo, en Badajoz, Lérida, Córdoba, Guadalajara, Guipúzcoa, La Rioja, Las Palmas, Málaga, Salamanca y Valencia. En Madrid se realizaron tres registros, otros tanto en Barcelona, dos en Baleares y otros dos en Navarra.

La operación se ha desarrollado por agentes de la Brigada Central de Investigación Tecnológica (UIT) y las Brigadas Provinciales y Locales de Policía Judicial de las provincias implicadas en la investigación.