Covadonga Álvarez, una de las senderistas del grupo de montaña Torreblanca de Oviedo que se desorientaron el domingo mientras hacían la ruta Fielato-Pico Fuentes-Fuentes de Invierno relató como fue el susto que se llevaron el domingo y quiso dejar claro que no son unos locos, "nuestra locura es que nos gusta y amamos la naturaleza, y necesitamos su contacto, verla, pero no colocarnos en situación de riesgo".

La montañera señaló que en principio el tiempo no era bueno, pero que era algo frecuente en sus salidas, "fuimos siguiendo la ruta preparada sin ningún problema, salvo que el tiempo no era el idóneo. Siguiendo el track del GPS para no perdernos, ya que no había visibilidad, llegamos a una zona complicada, donde se veía arriesgado avanzar".

"Nos paramos para estar todos juntos, y en ese momento, parados, la nieve que estaba bajo mis pies cedió se vino abajo y yo me fui ladera abajo. Una vez que paré y vi que no tenía ningún daño, grité para decir que estaba bien. Traté de volver donde estaban, pero al subir, vi que era muy arriesgado, más bien imposible y corría el riesgo de que se produjera otra avalancha, así que decidí, tras mirar el mapa, ir al norte para llegar a una carretera. Mi compañía de teléfono no tenía cobertura para llamar al 112. Mientras, el resto del grupo, viendo el riesgo de la zona, con el fin de evitar otro incidente, pidió ayuda al 112 para salir de allí", señaló Álvarez.

Tras varias horas caminando, la montañera llegó a la carretera, "allí me recogieron los bomberos, y sobre las once, la Guardia Civil y los mismos bomberos, trajeron al resto de compañeros". "Ayer la montaña nos enseñó su lado oscuro y nos asustó", apuntó Álvarez.