Suerte judicial dispar para los dos acusados de haber servido de intermediarios en el cobro del rescate que puso fin al secuestro en Colombia en 2013 de los avilesinos Ángel Sánchez y Concepción Marlaska Sedano, trabajadora de LA NUEVA ESPAÑA. La Sección Cuarta de la Audiencia Nacional ha condenado al sirio Louay Almoalen a una pena de veinte años y dos días de prisión, al considerarlo culpable de dos delitos de secuestro, mientras que ha decretado la libre absolución del vallisoletano Juan José Benito Manjares, la otra persona juzgada en este proceso. En su caso, el fallo reconoce que hay un "cúmulo de sospechas" que también apuntan hacia la culpabilidad. "Pero las sospechas, por muchas que sean, nunca pueden fundamentar una sentencia condenatoria", apuntan los jueces. Fernando Pamos de la Hoz, abogado de Manjares, mostró ayer su "satisfacción" por la absolución de su cliente.

Tanto Almoalen como Manjares reconocieron en todo momento que participaron en la recepción del rescate pactado entre los captores colombianos y la familia de los avilesinos (53.500 euros), con la intermediación de una persona residente en el Líbano. Sin embargo, ambos sostuvieron que desconocían que ese dinero estaba destinado al pago del rescate de un secuestro. En el caso concreto del sirio, los magistrados destacan que el "cúmulo de incoherencias, contradicciones y explicaciones desprovistas de la lógica más elemental" son aspectos que "refuerzan sin lugar a dudas su participación en los hechos delictivos". También el hecho de que fueran incautados en su domicilio 53.000 euros que Almoalen achacó a la venta de unos camiones y que los jueces relacionan directamente con el rescate de Sánchez y Marlaska, a la que ahora el sirio está condenado a pagar 25.800 euros por lesiones y daños.

Sobre Benito Manjares, los jueces dan por probada una participación de "primer orden" en el proceso, entre otras cosas porque fue quien recogió en Madrid el dinero del rescate. Sin embargo, aseguran que "todo apunta" a que actuó en "todo momento" siguiendo las indicaciones del sirio, al que conocía por la relación de ambos con el mundo del transporte, y que "pudiera no ser conocedor de la verdadera enjundia" de los actos. Por ello, pese a ese "cúmulo de sospechas", se decreta su libertad.

Ángel Sánchez y Concepción Marlaska fueron secuestrados de forma violenta en Guajira (Colombia) el 14 de mayo de 2013 y no fueron liberados hasta el 15 de junio, permaneciendo durante ese tiempo recluidos a la fuerza en duras condiciones en diversos habitáculos de Colombia o Venezuela que no han podido ser precisados. La liberación se produjo después del pago del rescate, que fue vigilado por la Policía y condujo a la detención de los intermediarios.