La Guardia Civil ha detenido a una persona e imputado a otra por un supuesto delito contra la salud pública, en su modalidad de cultivo o elaboración de drogas y otro de defraudación de fluido eléctrico. Ha sido tras desmantelar una plantación interior de marihuana en el entorno rural de Nava.

Fue a principios del mes de abril cuando la Guardia Civil se obtuvo la información de que en la localidad de Quintana (Nava), en ocasiones había fuertes olores, hechoque hizo sospechar a los agentes la probable existencia de algún cultivo ilegal de marihuana.

Dada la época del año en el que se tuvo conocimiento del hecho, era poco probable que se tratara de una plantación de marihuana al aire libre, siendo descartada esta opción tras un reconocimiento exhaustivo de la zona, comenzando a centrarse las investigaciones en la probabilidad de la existencia de algún laboratorio clandestino en alguna vivienda del lugar.

Tras diversas indagaciones, las sospechas se centraron en una vivienda adosada de tipo unifamiliar, que aun estando alquilada no presentaba actividad propia de una casa habitada, con todas las ventana cerradas y cubiertas con cortinas opacas.

Tras contactar con el propietario de la vivienda, manifestó haberlo alquilado hace un año a un chico por mediación de una vecina de la localidad, siendo esta vecina la intermediaria para todas las gestiones de la misma como el pago de la renta.

En el transcurso de las investigaciones, se encontraron una serie de indicios que hicieron sospechar a la Guardia Civil de la posibilidad de que se hubiese manipulado el dispositivo de lectura del suministro eléctrico, por lo que se solicitó de la empresa suministradora su revisión, confirmándose estas sospechas en la tarde del día 8 de junio.

Según la Guardia Civil, el hecho de intentar evadir el pago del suministro eléctrico es una práctica muy habitual en los laboratorios 'indoor' de marihuana, ya que para mantener un dispositivo de estas condiciones, se consume una cantidad de energía eléctrica cuyo pago haría que no fueran rentables económicamente.

Con estos datos y ante la posibilidad cada vez más real de la existencia de un laboratorio clandestino en el inmueble, esa misma tarde se localizó a V.D.D. vecina de Nava, que era la persona a través de la que se había alquilado la vivienda y que se encargaba de efectuar los pagos del arriendo y de hacer de intermediaria.

Ella reconoció que efectivamente, en la vivienda había marihuana, y que había sido ella, con sus conocimientos de electricidad, quien se había encargado de manipular el contador de la luz.

A continuación V.D.D. acompañó a los Guardias Civiles hasta la vivienda, donde les mostró un laboratorio "indoor" clandestino que tenían en su interior.

Tras inspeccionar la vivienda se localizó unas quince plantas de cannabis sativa (marihuana) secas y unos 100 gramos ya cortada. Además, se intervinieron dos armarios de grandes dimensiones, varios extractores y un silenciador con dos salidas, ventiladores, varios filtros de carbón de grandes dimensiones, termohigrómetro, temporizadores (analógicos y digitales), productos químicos para estimular el crecimiento de las plantas, poleas, reflectores, gran cantidad de bombillas de 600 watios, dos deshumificadores, calefactores, así como sustrato vegetal, otros útiles y productos destinados al cultivo clandestino de marihuana y valorado en más de 3.000 euros.

DIFICULTADES ECONÓMICAS

Tras el descubrimiento del laboratorio clandestino y el reconocimiento de la mujer de ser la autora de la manipulación del lector de suministro eléctrico, esa misma tarde se detuvo a V.D.D., de 35 años y vecina de Nava.

En su declaración, esta mujer manifestó que ante la situación de dificultades económicas por las que atravesaban ella y el arrendador de la vivienda, habían hecho un trato con otras dos personas, en los que ella y el arrendatario ponían la vivienda y los otros dos, que eran los que tenían conocimiento del cultivo de la droga se encargaban del mantenimiento del laboratorio.

Por todos estos hechos, dos días más tarde, es decir el día 10 de junio se procedió a la imputación de I.S.F., de 36 años y vecino de Laviana como un supuesto autor de un delito contra la salud pública en su modalidad de cultivo o elaboración de drogas.

La Guardia Civil continúa con las diligencias al objeto de localizar a las demás personas implicadas en los hechos. Las diligencias a disposición del titular del Juzgado de 1ª Instancia e Instrucción de Piloña, quedando los detenidos en libertad deambulatoria tras prestar declaración en dependencias policiales.