José Víctor M. R., un funcionario de la prisión de Villabona (ya jubilado), se pasó la noche del 20 al 21 de enero de 2012 acudiendo a la celda número 21 de la enfermería para golpear al preso D. G. P. -que había sido inmovilizado en una cama-, vejarle con insultos como "hijo de puta" o "perra", amordazarle con un trapo o papel y sentarse encima de su cabeza mientras le atizaba con un "tolete". Por estos hechos, la Audiencia le condenó, en diciembre, a un año y medio de cárcel, así como al pago de una indemnización de 1.200 euros al reo, cuyos intereses defendió el letrado José Manuel Fernández González.

El Tribunal Supremo acaba de comunicar que no admite a trámite el recurso del funcionario, por lo que se mantiene la pena. El preso, uno de los más problemáticos de Villabona, sufre esquizofrenia y un ligero retraso mental.

El Supremo desestima todos los motivos del recurso. Estima que las declaraciones de los presos que testificaron en el juicio no eran una venganza, como sostenía el funcionario, y que la víctima no fue agredida por otro recluso.