Los agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Asturias sorprendieron, en sólo una semana, a un total de 32 conductores que habían consumido drogas. Los agentes realizaron, en la primera semana de junio, un total de 93 controles de drogas con el Drug Test 5000, de los que resultaron positivos un 35 por ciento. Veintiún conductores habían consumido cannabis, y el resto, once, cocaína. La cifra supone un aumento de casi el 40 por ciento respecto a la última campaña, realizada el pasado diciembre, en la que fueron sorprendidos 23 conductores. En la de este año ninguno de los conductores se negó a realizar la prueba de drogas, algo considerado delito en el ordenamiento español.

Durante la primera semana de junio, los agentes de Tráfico realizaron además un total de 8.446 controles de alcoholemia. De ellos, resultaron positivos un total de 81. El porcentaje de conductores denunciados por alcoholemia fue del 0,96 por ciento, ligeramente por encima al registrado en la última campaña, realizada el pasado diciembre. Solamente en un caso se abrieron diligencias por negarse el conductor a realizar la prueba de alcohol. En la campaña de diciembre se realizaron 8.068 controles, con 64 positivos. El aumento de las alcoholemias registrado en la primera semana de junio rompe la tendencia de descenso que venía registrándose en los últimos años.

Los controles se realizaron después de algún accidente, al observar las patrullas alguna maniobra incorrecta o sospechosa, o de forma aleatoria. Estos controles se inician primero con una prueba de alcohol. La elección de los conductores para que se sometan a las pruebas de drogas se realiza de manera aleatoria. En el caso de las drogas, se toma del conductor una muestra de saliva que se introduce en un dispositivo en el que se analiza en pocos minutos. Si el resultado es positivo, se obtiene una segunda muestra de confirmación, que se enviará directamente al laboratorio de referencia para su posterior análisis, sin perjuicio de que el conductor pueda solicitar una prueba de contraste en sangre.

En caso de que la prueba de detección de drogas resulte positiva, el conductor será sancionado con una multa de 1.000 euros y la retirada de 6 puntos del carné de conducir. Si, además de dar positivo, el conductor presenta una sintomatología evidente de conducir bajo la influencia de sustancias psicoactivas, será puesto a disposición judicial imputado por un delito contra la seguridad vial.

El cannabis y la cocaína son los dos tipos de droga más comunes que se detectan entre los conductores, seguidas de los opioides, metanfetaminas y anfetaminas.