La familia de la menor de 18 meses que murió en Ibias cinco días después de atragantarse con una palomita pide la pena máxima para la doctora que atendió a la pequeña: cuatro años de cárcel y cinco de inhabilitación, según informó ayer la TPA. Esta petición supera a la de la Fiscalía, que solicitaba para la médica año y medio de prisión y cuatro de inhabilitación. Los padres de la niña la consideran responsable de no haberle practicado la broncoscopia con la que se le podía haber extraído el grano de maíz con el que se ahogó.

El Servicio de Salud, por su parte, ha defendido en un escrito la actuación de la médica argumentando que no se le práctico a la menor dicha prueba dada la "escasa clínica sugestiva, la ausencia de certeza de que la niña hubiera tragado el grano, la falta de hallazgos radiólogos y los riesgos que entraña la prueba", tal y como detalló la TPA.