Grecia vivió ayer una dura jornada de incendios -cuatro en distintas zonas del país- que han causado un muerto y graves daños en casas y zonas montañosas. El más grave de ellos es el que afecta a la localidad de Neapoli, en el sur del Peloponeso, donde un hombre de 58 años y nacionalidad griega perdió la vida tras intoxicarse con el humo y sufrir un infarto. El portavoz de los bomberos, Nikolaos Tsongas, anunció a última hora de ayer que la situación había mejorado al amainar el viento, aunque el fuego aún no está bajo control. En la zona operan 55 camiones, 160 bomberos, tres aviones cisterna y dos helicópteros. La carretera que conduce hasta Neapoli está cortada y en el cielo se ha creado una gran capa de humo que ha hecho aumentar la temperatura y dificulta la respiración. Han sido desalojados tres pueblos, se han quemado una veintena de casas y muchos hogares se han quedado sin electricidad. Otros dos incendios se han localizado en dos de los montes de Atenas, Imitós y Parniza, y uno más en la isla de Citera, que está sin suministro eléctrico.