La descoordinación entre el Juzgado e Instituciones Penitenciarias obligó a cancelar ayer el traslado de David Oubel, el avilesino que decapitó y mutiló a sus dos hijas con una radial, a la cárcel leonesa de Mansilla de las Mulas, cuando el vehículo en el que iba el parricida estaba ya a mitad de camino. Una prueba forense programada con anterioridad obligó a suspender ya in itínere un transporte que se había ordenado ante las crecientes amenazas de muerte que el asesino estaba recibiendo en el centro penitenciario de A Lama.

Oubel tendrá que someterse a lo largo de hoy, jueves, a unas pruebas psiquiátricas que se consideran determinantes para el transcurso de la investigación. Un examen que ya estaba planificado en las diligencias judiciales, pese a lo cual desde Prisiones se puso en marcha la conducción del acusado en un transporte regular con otros presos hacia León. Ya en pleno viaje, se ordenó el regreso a las dependencias carcelarias del municipio pontevedrés. La abrupta cancelación del traslado se produjo a pesar de que en la agenda judicial ya se había establecido otra fecha para la práctica de las mencionadas pruebas psiquiátricas, que deben determinar la imputabilidad del parricida criado en Avilés.

El cambio de centro penitenciario se ultimó con el mayor sigilo para evitar situaciones de potencial riesgo como las que se advertían en A Lama en los primeros días de presencia de David Oubel. Desde su ingreso el pasado sábado por la tarde, el presunto parricida de Moraña permaneció en una celda individual acristalada vigilado por otro interno para evitar que se autolesionase.

David Oubel acabó presuntamente con la vida de sus hijas, las pequeñas Candela y Amaya, de 4 y 9 años, respectivamente, el pasado viernes por la mañana. El sospechoso de haber cometido un doble asesinato habría empleado una sierra radial para acabar con la vida de las niñas y después habría intentando quitarse la vida.