La historia vuelve a repetirse y de nuevo Gijón registra una denuncia por abandono de menores en la que los desafortunados protagonistas son los progenitores del niño, a los que se les atribuye una conducta que pone en riesgo la seguridad de su hijo.

El suceso tuvo lugar en la madrugada del domingo en unas calles aledañas a la zona de Fomento, entre Mariano Moré y Marqués de San Esteban. Según algunos testigos, entrada la madrugada algunas personas que circulaban por la zona se percataron de que un niño pequeño estaba llorando y reclamando atención desde la ventana de una vivienda. El pequeño estaba desolado al darse cuenta de que en la casa no había nadie con él. La situación generó un despliegue policial que acabó con los dos progenitores detenidos, una vez que se dio con su paradero, tal como confirmaron desde la Comisaría de El Natahoyo. Ambos están acusados de un delito de abandono de menores.

En la mañana de ayer los implicados pasaron a disposición judicial -es el Juzgado de Instrucción número 2 de Gijón el que se ha hecho cargo del caso- y se decretó su libertad con cargos, sin que ayer hubieran trascendido las medidas cautelares que habría impuesto el juez.

Los vecinos de la zona de Fomento estaban ayer al tanto del despliegue y los comentarios de gijoneses consternados eran unánimes. "Me despertó el barullo que se formó en la calle y pensé que eran cosas de chavales, que en esta zona siempre hay. Luego supimos lo del niño y es tremendo. Tener hijos para hacer eso...", decía una residente de Marqués de San Esteban.

En Gijón hace sólo unos meses -concretamente en mayo- que había trascendido un caso semejante de abandono de menores. Ocurrió en el barrio de El Natahoyo y los afectados fueron unos niños, hermanos, de 6 y 3 años. Se habían quedado solos en la vivienda familiar, que además estaba en unas pésimas condiciones de higiene y seguridad, y una vecina se percató de lo que sucedía cuando la niña comenzó a tirar objetos desde la ventana. La madre de los menores fue detenida y en su descargo alegó que había salido a pasear al perro. Sin embargo, los pequeños reconocieron a los agentes que no era la primera vez que se quedaban solos en casa por ausencia de la madre.