Dos hermanos de Siero, acusados de defraudar a la Hacienda Pública cerca de 1,3 millones de euros, admitieron ayer que su compañía llevó una doble contabilidad desde 2005 a 2008. Los empresarios, al frente de un negocio de fabricación y comercialización de objetos de decoración ubicado en Viella, ingresaron antes de la celebración de la vista el importe 2.600.000 euros en la cuenta del Juzgado por las cantidades defraudadas, intereses, sanciones y multas. Los acusados aceptaron también una pena de prisión de dos años para cada uno de ellos. El juicio no se llegó a celebrar en la sección tercera de la Audiencia Provincial, ya que el Ministerio Fiscal, la Abogacía del Estado y la defensa llegaron a un acuerdo.

Los empresarios son los únicos socios y administradores solidarios -desde 2001- del negocio de Siero. Ambos reconocieron haber desarrollado una contabilidad oficial y otra extraoficial, no incluyendo en el balance ni en la cuenta de resultados depositados en el Registro Mercantil determinadas ventas y gastos (comisiones a representantes y sobresueldos a trabajadores). Las ventas en "B", que la compañía no incluía en la contabilidad oficial, eran denominadas "H4" y las hacía constar en los albaranes que figuraban en los listados elaborados con un número precedido de la letra "Z". En total, la cuota defraudada ascendió a 1.291.732,11 euros. Los acusados solicitaron la declaración de concurso y, dentro de ella, se interesaba la formación de una pieza separada de extinción colectiva de la totalidad de contratos de trabajo, 49, en los que la empleadora era la mercantil. El 26 de enero de 2008 se solicitó la liquidación de la empresa.

Tal y como reconocieron, los hermanos omitieron en la Memoria Económica de la solicitud de concurso que, el 30 de junio de 2007, habían aprobado en Junta General Ordinaria un reparto de dividendos por importe de 1.277.297,72 euros, de los que 355.402,83 euros correspondían a los beneficios del ejercicio 2006 y 921.894,89 a reservas voluntarias. En el ejercicio en que aprobó el reparto de dividendos hubo una disminución de facturación del 11,58 por ciento y una caía del 44,5 por ciento en los beneficios. Los acusados, como administradores, percibieron 156.000 euros en 2005; 160.800 en 2006 y 165.000 euros en 2007. Ya solicitada la declaración de concurso, el 18 de diciembre de 2008, los empresarios ordenaron la destrucción de 1.900 kilos de documentación de relevancia para conocer su situación económica.