"Tres años y tú no estás. Una vida sesgada a los dieciocho años. No fue un accidente, fue una tragedia que alentaron unos pocos. En enero empieza el juicio que nunca tenía que haber habido. Quién pagará tu ausencia, quién confortará mi vida. Porque es doloroso no verte cada día y sólo poder observar tu fotografía como fondo del teléfono. Nunca volverás, aunque siempre te lleve conmigo. Te quiero".

Estas emotivas palabras forman parte del mensaje que Ángel María Esteban dedica en las redes sociales a su hija Katia Esteban, la joven con raíces gijonesas que falleció hace tres años en el Madrid Arena. Una tragedia que recuerda a la ocurrida el viernes en una discoteca de Bucarest (Rumanía) y en la que murieron 29 personas. El fuego, desatado durante un concierto de rock, causó numerosos heridos, casi doscientos, de los cuales dos son españoles. Aunque las autoridades todavía no se han pronunciado sobre las razones del desastre, algunos testigos apuntan a un incumplimiento de las normas de seguridad. Lo mismo que sucedió noche de Halloween de 2012 en Madrid. Según datos de la Policía, había unas 16.791 personas, cuando el aforo máximo estaba fijado en 10.600 personas.

En aquel puente de los Difuntos perdieron la vida cinco chicas por una avalancha humana que motivaron las llamas: María Teresa Alonso, Rocío Oña, Cristina Arce, Belén Langdon y Katia Esteban, de origen gijonés. Han pasado tres años, pero Esteban padre no puede soportar tanto dolor. Justo cuando se conmemora la tragedia, ha tenido que irse lejos, muy lejos. A Argentina. "Pasa el tiempo y cada día el dolor de tu ausencia aumenta. No es fácil cruzar por delante de la puerta de tu habitación sin caer en la tentación de abrirla para buscarte", expresa en las redes sociales. Dos líneas más abajo añade: "Sólo me queda, muchas veces, la esperanza de una justicia justa, pero otras muchas no puedo nada más que desesperar pensando que no existe y que los imputados no pagarán su castigo mientras a mí se me ha condenado a pena perpetua".

El 12 de enero comenzará el juicio en el que se dirimirán las responsabilidades de los presuntos causantes de la tragedia. La Fiscalía pide cuatro años de prisión para el empresario Miguel Ángel Flores, promotor del evento y principal acusado en el proceso. Además, el ministerio fiscal solicita tres años de cárcel para otros once procesados, responsables de la organización y la seguridad del evento, y dos años y medio para los doctores Simón y Carlos Viñals, encargados del servicio médico del Madrid Arena. No sólo habría entrado un número excesivo de personas en el recinto -especialmente en el momento en que empezaba su actuación el músico Steve Aoki-, sino que el pabellón carecía de la más mínima infraestructura de atención médica, con una enfermería casi inexistente.

Mientras, los familiares de las víctimas han iniciado una campaña en internet para pedir el cierre del recinto. La iniciativa ha recibido más de 57.000 firmas de apoyo. Es una forma de pedir justicia, aunque Ángel María Esteban prefiere hacerlo de otra forma, con palabras: "Yo no perdono. Porque la vida me ha enseñado que el perdón, ni alivia el alma y la mayoría de veces se abusa de él para evitar la pena. Y no perdono, no sólo por el daño causado, sino (...) por todos los momentos felices que ya no tendré. No perdono, porque el dolor que me han infligido ha sido gratuito".