Telefónica sufrió un total de trece robos de cable de cobre en Asturias hasta el pasado mes de octubre. En todo el Noroeste, los robos ascendieron a 280, con mayor incidencia en la provincia de La Coruña. El total de dinero invertido por la compañía para reponer el cable de cobre robado asciende a 1,4 millones de euros, de los que un millón corresponden sólo a la provincia coruñesa.

Los meses en los que se produjeron más robos, según la compañía, fueron los de mayo y julio. Telefónica sospecha que los autores de estos robos son bandas organizadas que peinan el país apoderándose del cable de cobre para su posterior venta en centros de reciclaje del exterior de la región.

El precio alcanzado por el metal de cobre es tal que los delincuentes han encontrado en la sustracción del cable un modo de hacer dinero fácil y sin riesgos. La situación ha llegado a tal punto que el Ministerio del Interior ha realizado varias campañas para reducir el robo de este material y en la última reforma del Código Penal se han endurecido las penas para los autores de estas infracciones, de forma que se consideran delito.

Los robos de cable de cobre han causado grandes estragos en diferentes redes de iluminación y telefonía. El golpe más duro a estos grupos dedicados al robo de cable se produjo el pasado mes de mayo con la detención de una banda que habría causado pérdidas económicas cercanas a los 4 millones de euros en Cantabria y Asturias.

En el marco de la denominada "operación Pálida" se detuvo a siete personas y se recuperaron más de ocho toneladas de cable de cobre sustraído en ambas regiones. También se intervinieron siete vehículos, entre furgonetas y turismos.