El juicio contra tres directivos y técnicos de una empresa de Noreña, en la que un trabajador resultó herido grave al caerle unas vigas que le aplastaron la parte inferior del cuerpo, el 27 de enero de 2010, quedó visto ayer para sentencia en el Juzgado de lo penal número 3 de Oviedo, después de que los acusados negasen cualquier responsabilidad. Se trata del administrador de la empresa, el jefe de taller y el técnico de prevención. El accidente dejó al trabajador ocho días en el hospital y su curación duró tres meses.

El ministerio público mantuvo las penas de un año y diez meses, así como multa de 6.000 euros, más inhabilitación para el administrador y el técnico de prevención. Y redujo la pena solicitada para el jefe de taller, respecto al que retiró el delito contra la vida y salud de los trabajadores, aunque le mantuvo uno de lesiones imprudentes, por el que pide una pena de cuatro meses de prisión.

Para el fiscal, estos acusados son responsables por no haber mantenido adecuadamente la zona en la que se produjo el accidente y porque los métodos de trabajo eran inadecuados. El ministerio público mantiene una indemnización de 47.800 euros -a pagar solidariamente por los acusados-, y otros 900 para la mutua.