Adela Oliveira, hermana del minero hallado muerto el pasado miércoles en la República Dominicana con fuertes golpes en la cabeza, no puede contener su rabia: "Lo asesinaron por dinero". A punto de romper a llorar, Oliveira asegura que el único error que cometió José Manuel, de 67 años y jubilado de Hunosa, fue "casarse con una mujer que lo mató". "Aunque me duela, así fue", agrega en conversación telefónica con LA NUEVA ESPAÑA. "No fue un ajuste de cuentas como dijeron algunos medios dominicanos. Mi hermano fue un pobre hombre al que engañaron y mataron", asegura esta vecina de la parroquia de Puerto (Oviedo). La familia está destrozada por lo ocurrido y e intenta repatriar el cuerpo de la víctima. "Queremos enterrarlo aquí", apuntó. Por los hechos están detenidos su mujer, la dominicana Fiordia Placio Espinosa, y el exmarido de éste y padre de sus dos hijos, Waldislao Morel Terrero.

José Manuel Oliveira Menéndez era natural de Las Mazas, lugar en el que residió la mayor parte de su vida, aunque su último domicilio conocido en la región fue Mieres. Miembro de una familia numerosa, su padre, Oliveira, era un conocido fotógrafo en Morcín, profesión que después continuó su hermana Adela. Por su parte, José Manuel Oliveira eligió la profesión de minero, a la que dedicó toda su vida. Su último lugar de trabajo fue el pozo Monsacro, en Morcín, donde se acabó jubilando. Aunque era corpulento, no era así su trato. Sus allegados aseguran que "era un cacho de pan, nunca tuvo problemas con nadie". Tras jubilarse, se trasladó a Mieres, donde conoció a la mujer que acabó con su vida. Algunos de los compañeros de Oliveira desconocían incluso que hubiera marchado a la República Dominicana, aunque sí sabían que "hacía varios viajes al año".