"Andaba tocándolas por todos los sitios y les ponía vídeos porno todos los días, para ir y para volver. Cuando hablé con él, no me lo negó, pero dijo que era de broma". Estas declaraciones las realizó el padre de una menor de los ocho que viajaban en un taxi escolar en Cangas del Narcea cuyo conductor fue juzgado ayer por presunto abuso sexual de una de las niñas y exhibición de material pornográfico. El fiscal mantuvo la petición de tres años y medio de cárcel, mientras que la defensa mantuvo la libre absolución al entender que los hechos que no están probados, según confirmaron fuentes judiciales.

El acusado realizaba el transporte en un taxi escolar en el concejo de Cangas del Narcea en el curso escolar 2013-2014. Con él viajaban a diario ocho niños y jóvenes, dos de ellos mayores de edad. El juicio se celebró a puerta cerrada, para preservar la identidad tanto del acusado como de los testigos. Y no hubo acusación particular, al actuar de oficio la Fiscalía una vez interpuesta la denuncia.

Mensajes al móvil

Según la Fiscal, que mantuvo sus tesis en las conclusiones finales, el acusado "realizó tocamientos a una menor desde aproximadamente noviembre de 2013 a mayo de 2014 y le envió un mensaje de móvil con una foto de contenido sexual". Además, y según la Fiscalía, "también envió mensajes a otra menor". Y no sólo eso, "durante el trayecto les ponía vídeos en el móvil, conectando el audio a un altavoz, en el que se veía a una mujer desnuda bailando y a dos personas manteniendo relaciones sexuales".

Dada la gravedad de los hechos juzgados, las partes implicadas decidieron ayer no realizar declaraciones además de preservar su identidad. Con estas condiciones, el padre de dos de los menores implicados en el caso indicó que "fueron las dos mayores las que denunciaron en el centro lo que estaba pasando, y fue la directora la que nos llamó a los padres para indicarnos que teníamos que presentar denuncia".

Según explicó este progenitor antes de que se iniciara la vista, una de sus hijas tenía 17 años cuando se produjeron los hechos, y su otro hijo tenía 13. "Andaba tocándolas por todas partes, les mandaba vídeos porno y se los ponía todos los días, a la ida y a la vuelta. La mayor del grupo tenía 18 años, y fueron las dos mayores las que denunciaron, pero luego también hubo más que dijeron lo mismo", explicó.

Este padre afirmó que él había hablado con el acusado cuando se conoció el caso. "Decía que es así, que era una broma, pero no negó los hechos". Mientras, la defensa proclama la inocencia al considerar que no hay pruebas suficientes contra el acusado.Su letrado reclamó la libre absolución, mientras que el fiscal sólo retiró la acusación por una falta de vejación injusta.

La petición de la Fiscalía.

La fiscal pidió tres años y medio de prisión por un delito continuado de abuso sexual y otro de exhibición de material pornográfico. Retiró la falta de vejaciones injustas al no mantenerlas la presunta víctima. También reclamó la libertad vigilada durante un año una vez cumplida la condena de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de la profesión relacionada con menores de edad durante tres años y una orden de alejamiento de los perjudicados.