La Policía detuvo a siete búlgaros por 52 delitos de robo con violencia y hurtos por el procedimiento del "cogotazo". La banda estaba asentada Orihuela (Alicante) desde donde se desplazaba a otras provincias para realizar los asaltos. Las víctimas eran en su gran mayoría personas de edad a las que seguían después de que sacaran dinero del banco. Cometían los "cogotazos" por las mañanas y por las tardes, y los fines de semana se dedicaban a los hurtos en aglomeraciones y comercios. Los arrestados, seis de los cuales fueron a prisión, acumulan 145 detenciones.