La jueza María Luisa Llaneza, titular del Juzgado de instrucción número 4 de Oviedo, ha concluido la instrucción de la "operación Petra", la red investigada por introducir grandes cantidades de cocaína en Asturias desde Galicia y Madrid, y que cayó en octubre del año pasado en la localidad mierense de Carraspientes, cuando estaba a punto de intercambiar siete kilos de droga por 245.000 euros. Hace escasos días, la jueza ha transformado las diligencias en procedimiento abreviado y solicitado a las partes sus escritos de calificación. Según el último auto de la magistrada, de las investigaciones se desprende que los investigados realizaron al menos otros dos intercambios de cocaína llegada de Galicia. La Guardia Civil ha rastreado además varios viajes, sin especificar número, a Leganés (Madrid), donde la red se aprovisionaba de cocaína, que luego se vendía en Asturias, sobre todo Mieres y Lena.

Las investigaciones se iniciaron en febrero de 2015, cuando J. A. P. F., vecino de Carraspientes, fue sorprendido en un control en la Autovía de La Plata (A-66), a la altura de Mieres, con unos 2.500 euros, tres móviles, seis mandos a distancia y armas blancas con restos de polvo blanco y marrón.

Los agentes de la Guardia Civil comenzaron a seguirle y comprobaron que se abastecía de cocaína a través del colombiano J. A. M. R., vecino de Oviedo, quien viajaba junto al mierense a Leganés, junto a I. V. B. El mierense contactó en junio o julio pasados con un grupo de narcos gallegos, entre los que se contaba, siempre según la investigación, el empresario arosano Francisco Javier Meis y otros conocidos traficantes, como el excabo de la Armada Javier González Bouzada, condenado a seis años en 2011, por un alijo de cinco kilos de cocaína en el que estuvo implicado un guardia civil leonés destinado en el País Vasco.

Viaje para dos clientes

A la Guardia Civil, siempre según el auto de la jueza Llaneza, le constan al menos tres intercambios de droga entre los gallegos y el mierense. Uno de ellos se realizó el 17 de julio pasado. Otro, el 10 de septiembre. En ambos habría participado el citado empresario y el mierense, éste actuando de lanzadera, al menos en uno de los viajes. El tercer y último intercambio se produjo el 11 de octubre, día en el que cayó la red. La Guardia Civil sorprendió a cuatro de los narcos en dos vehículos, uno de los cuales tenía un doble fondo o caleta, en el que iban alojados los siete kilos de cocaína. Uno de ellos iba destinado al gijonés S. G. L., quien había negociado previamente con Bouzada. De esta forma, los narcos aprovechaban el viaje para servir a dos clientes. En la operación cayeron varios traficantes que ayudaban a J. A. P. F. a vender.

En la causa hay doce investigados, nueve de ellos por pertenencia a banda criminal, y uno también por tenencia ilícita de armas. Varios de ellos, defendidos por el abogado Francisco Miranda, han obtenido últimamente la libertad tras el pago de las correspondientes fianzas.