Las policías española y francesa desarticularon una red internacional de traficantes de marihuana que tenía su base en la Costa Brava en una operación que concluyó con la detención de 18 personas en distintas localidades de Gerona, Barcelona y Marsella. La banda disponía de cinco plantaciones de marihuana en diferentes viviendas que posteriormente distribuían en Marsella y en la Costa Azul francesa. En los registros a los responsables del grupo se han hallado armas -un fusil del tipo "kalashnikov", dos pistolas, 1.800 cartuchos de diferente calibre y chalecos antibalas- con las que se aseguraban el control territorial de la venta de la droga, además de 1.900 plantas de cannabis, 1,3 kilos de cogollos y 36 kilos de marihuana, así como 148.000 euros en metálico. Diez de las detenciones se practicaron en España y las otras ocho en Francia.

La red tenía plantaciones en Gerona, Blanes, Lloret de Mar, Maçanet de la Selva y Tordera donde cultivaba y manufacturaba la droga en unas instalaciones en las que tomaba la electricidad de forma fraudulenta para evitar que el elevado consumo despertase sospechas.