El cuerpo del joven de 19 años desaparecido el pasado sábado cuando se bañaba en el playa de Carranques, en la Ciudad de Perlora (Carreño), fue encontrado ayer al mediodía a unos 100 metros de la costa por los buzos de los Geas, que lo hallaron entre dos rocas, a unos cuatro metros de profundidad y en una zona de poca visibilidad. El cadáver fue trasladado en la patrullera Río Navia de la Guardia Civil hasta el puerto de El Musel, y de allí al Instituto Anatómico Forense para practicarle la autopsia.

La tragedia empezó a última hora de la tarde del sábado, cuando tres hermanos de origen marroquí y vecinos de Oviedo decidieron bañarse pese a las malas condiciones de la mar. Ninguno de los tres sabía nadar.

"Vimos cómo se lo llevaba la corriente". Mari Flor Baragaño fue la primera persona en alertar a los servicios de emergencias. Vivió el momento con impotencia y desesperación al ver que los muchachos no podían luchar contra la fuerza del mar.

Baragaño estaba en la playa disfrutando con la familia del día de sol. Poco antes de que los socorristas abandonasen el puesto de vigilancia, recuerda que alertaron a los chicos de las malas condiciones del mar: "Les llamaron la atención porque había muchas olas y mucha resaca". Una recomendación de los socorristas que confirmó Salvamento Marítimo.

Diez minutos antes de la ocho de la tarde, cuando Baragaño ya recogía los enseres playeros, vio cómo los chicos se introducían en el agua. Les llamó la atención la decisión de los jóvenes tras las advertencias recibidas.

Comenzó a entrar al mar uno de los chicos, que a los pocos minutos empezó a silbar para alertar a la gente que estaba en la playa de que se estaba ahogando. "En ese momento ya llamamos a los socorristas porque se veía que la cosa iba mal", comenta. En cuestión de segundos, la marea arrastraba al joven hacia la derecha de la playa de Carranques.

En ese momento entró al agua uno de los hermanos para intentar ayudarle. Pero nada pudo hacer, porque la fuerte resaca comenzó a arrastrarlo hacia la izquierda del arenal. "Iba cada uno para un lado, fue muy angustioso", rememoró la mujer. El tercer joven se metió en el agua con una pelota de playa que le prestaron para flotar, pues ninguno sabía nadar. "Se le fue el balón y ya vimos cómo se lo llevaba el mar aunque consiguieron sacarlo por los pelos; en ese momento el otro ya había desaparecido", relató Baragaño.

Los otros dos jóvenes, A. B. y M. B., de 21 y 20 años, fueron rescatados por un socorrista fuera de servicio y un agente de la Policía Local. Ayer continuaban en el Hospital de Jove.