"La familia está destrozada, no hay consuelo", relatan los allegados al joven Abderrahim Bakkar, de 19 años, de origen marroquí y vecino de Oviedo, que falleció el pasado sábado en la playa de Carranques (Carreño) cuando se bañaba junto a sus hermanos. Su cuerpo fue hallado a la mañana siguiente. Entre tanto, los dos hermanos que se encontraban con él -Abdelmajid y Mohammed, de 20 y 21 años, respectivamente- se recuperaban ayer en el Hospital de Jove de sendas hipotermias. Los dos chicos evolucionan favorablemente, ya en planta, y el más joven de ellos sorprendió al equipo médico por su rápida recuperación. Abdelmajid había ingresado en la uvi el sábado con síntomas claros de ahogamiento y ayer mismo compartía habitación con Mohammed tras un rápido restablecimiento que se espera que pronto devuelva a ambos a casa, junto a sus padres.

Entre tanto, el núcleo familiar de los Bakkar trata ahora de dar por cumplido su último deseo. Dar trámite, cuanto antes, a la repatriación del joven Abderrahim. El Consulado de Marruecos ya se ha ofrecido a colaborar en estas tareas, haciéndose cargo de los posibles costes que acarree este paso. El fallecido había llegado a España en el verano de 2008. Los padres no hablan apenas castellano -sus raíces en un pueblo marroquí con la frontera de Argelia hacen que sólo se comuniquen con facilidad en una lengua bereber- y son los chicos quienes se manejan mejor con sus compatriotas en el Principado.

En un primer momento, cuando llegó a España la familia se instaló en Lugones. Allí fueron escolarizados los tres hermanos de una familia que ha quedado ahora partida por la tragedia. Abderrahim, Abdelmajid y Mohammed eran aficionados, como otros tantos chicos de su edad, al fútbol. Abderrahim también relató a sus compañeros del programa de inmersión lingüística de la Consejería de Educación al que se incorporó nada más llegar a España que era aficionado también al dominó. El aprendizaje de español en un entorno más cercano, con jóvenes en sus mismas circunstancias, permitió a Abderrahim ganar confianza para comunicarse durante la etapa de Secundaria con sus compañeros de clase. Sus profesores les habían perdido la pista cuando los hermanos finalizaron el Bachiller. La comunidad marroquí en Asturias se ha organizado desde que tuvo conocimiento de los trágicos acontecimientos del fin de semana para arropar a la familia y acompañarla en estos momentos difíciles.

El joven perdió la vida cuando la familia disfrutaba de una animada jornada de playa en Carranques (Carreño), el arenal de la Ciudad de Vacaciones de Perlora. Poco antes de las ocho de la tarde, uno de los hermanos se adentró en el agua. La mar no invitaba al baño, con muchas olas y una fuerte resaca. Cuando vieron que el joven se encontraba en apuros entró al agua el segundo de los hermanos. Para cuando el tercero de los Bakkar quiso ayudar a los suyos fue demasiado tarde. Abderrahim desapareció entre las olas. No se supo más de él hasta el día siguiente a mediodía.