La Policía Nacional recibió ayer varias denuncias de vecinos de los barrios ovetenses de Vallobín, Pumarín y La Corredoria y de otras zonas de la periferia cuyos domicilios habían sido asaltados durante el fin de semana mediante "bumping", una técnica que consiste en forzar las cerraduras sin dejar huellas visibles en ellas.

Fueron los propios propietarios los que al entrar en sus casas después de pasar el día en la playa o ausentarse durante el fin de semana se percataron de que los ladrones habían entrado en ellas llevándose sus pertenencias. Los agentes están realizando investigaciones y no descartan que puedan aparecer más denuncias en los próximos días.

La técnica "bumping" -cuyo origen se remonta a los cerrajeros de Dinamarca de los años 70, pero que no se empleó como método de robo hasta la década de 2000- consiste en insertar una llave en la cerradura, realizada con la posición más baja a la que llegan los cilindros o pistones que conforman el cierre, y golpearla con un objeto, consiguiendo que las piezas se separen y se libere el giro de la llave. Además, la Policía registró otra serie de denuncias de vecinos de la periferia de la ciudad que localizaron marcas en sus cerraduras o en los marcos de sus puertas. La Policía investiga si alguien intentó entrar en sus domicilios o tenía planeado hacerlo.