Los vecinos del edificio número 4 de la céntrica calle Gil de Jaz en Oviedo fueron desalojados de sus viviendas pasada la medianoche ante la alarma por un incendio en una de las seis plantas, en la que se encuentra la notaría de José Antonio Caicoya. Al final el suceso quedó en un susto, ya que el fuego afectó únicamente a una estantería, según señalaron fuentes policiales.

La elevada presencia de humo, que se extendió por los respiraderos del bloque, alertó a los residentes, que salieron de inmediato de sus viviendas, ya que en el bloque existen oficinas y residencias particulares.

Bomberos y agentes de la Policía Local precintaron la calle y desalojaron a la mayor parte de los vecinos, que siguieron con temor en la calle los acontecimientos, cubiertos con mantas. En boca de todos ellos estaba el trágico suceso el pasado mes de abril en el que un edificio de la calle Uría, a pocos metros, fue pasto de las llamas.

Los bomberos accedieron al inmueble y pudieron comprobar que el humo procedía de la primera planta, en la que se encuentran las oficinas del notario José Antonio Caicoya, que fue avisado por teléfono. El hijo del conocido notario acudió al lugar para facilitar el acceso y la inspección del local.

Agentes de la Policía Local señalaron que el origen del intenso humo se podía deber a un cortocircuito y que no se apreciaban apenas llamas. No obstante, los bomberos llegaron a desplegar el brazo articulado y se preparaban para introducir mangueras en el inmueble. Al lugar se desplazaron también dos ambulancias para atender a posibles víctimas de intoxicación por humo, pero regresaron a sus bases tras comprobar que los vecinos se encontraban bien. A la una y cuarto de la madrugada, los afectados aún seguían en la calle a la espera de poder regresar a sus casas.