La instrucción del crimen de Moraña (Pontevedra), del que fueron víctimas dos niñas de corta edad -Candela, de 9 años, y Amaia, de 4- a manos de su padre, el avilesino David Oubel Renedo, que las degolló con una radial, está ya prácticamente finalizada y en breve se abrirá juicio oral contra el parricida, que podría ser uno de los primeros españoles para los que se solicite la prisión permanente revisable, o cadena perpetua.

Oubel, ingresado en la prisión leonesa de Mansilla de las Mulas -a la que fue trasladado ante las graves amenazas de muerte recibidas en la cárcel pontevedresa de A Lama-, ha sido sometido recientemente a un examen psiquiátrico y otro físico. La defensa del acusado viene sosteniendo ante el instructor del caso que el parricida sufrió algún tipo de anomalía psíquica para cometer tan terrible crimen.

Los forenses consideran, sin embargo, que el avilesino es perfectamente imputable y que era consciente de sus actos cuando mató a las niñas, en la mañana del 31 de julio del año pasado. De hecho, anunció sus intenciones de matar a las niñas y luego suicidarse. El arma homicida, una sierra radial, fue adquirida el día anterior. Al parecer, el homicida preguntó al propietario del establecimiento si con la herramienta podía cortar dedos. Las menores fueron encontradas en una de las habitaciones de la vivienda. El autor del crimen, en el baño, tendido en el suelo, con cortes en los brazos. Los forenses creen que nunca pretendió suicidarse.

El parricida tenía que entregar a las niñas a su madre para que pasasen con el ella el mes de agosto. Aunque parece que con el crimen trataba de vengarse de su exmujer, los motivos del filicidio siguen sin estar claros. Tras el divorcio, que no fue traumático, según fuentes conocedoras del caso, el hombre había comenzado a vivir abiertamente su condición de homosexual.

La inmobiliaria en la que trabajaba con su hermana atravesaba algunos problemas. Quizá ahí esté la clave del doble crimen, que conmocionó al país hace poco más de un año. El parricida ha guardado silencio sobre los motivos.

Oubel está en la prisión de Mansilla de las Mulas desde hace justo un año. En el centro penitenciario está ingresado en la enfermería, lo que minimiza las posibilidades de que sea agredido por otros reclusos. Al parecer, su contacto con otros presos es mínimo.

Pocos meses antes de este crimen, en noviembre de 2014, Asturias se vio golpeada con el asesinato a golpes, en San Juan de la Arena (Soto del Barco), de las niñas Amets y Sara, de 9 y 7 años, a manos de su padre, que luego se suicidó arrojándose del viaducto de Artedo.