Los Bomberos dieron ayer por controlado y perimetrado el incendio que se había iniciado a última hora de la tarde del sábado en la localidad de Piñeira, en el concejo de Ibias. Sin embargo, los efectivos desplazados hasta el lugar permanecieron toda la noche y, previsiblemente, continuarán durante todo el día de hoy realizando tareas de refrigeración de la zona, muy dañada por las llamas.

Según señalaron fuentes de los Bomberos, se trataba de una zona "abrupta" y de "difícil acceso" que calcinó parte de un pinar, un monte bajo y un pastizal. Por ese motivo, los efectivos tuvieron que emplearse a fondo para acabar con las llamas. De hecho, el fuego llegó a ser tan intenso que fue necesaria la intervención de una brigada de Bomberos de Ibias y otra procedente de Cangas del Narcea; además, les echaron una mano dos cooperativas forestales de la zona y dos helicópteros.

La brigada de refuerzo de Tineo, por su parte, tuvo que intervenir ayer también en un incendio forestal que se había declarado en Socil (León).

Fuera de Asturias, en Santa Cruz de La Palma, las brigadas de emergencia que llevan cinco días combatiendo el fuego en la isla confiaban en perimetrar ayer por la noche el único frente que queda activo, el de El Cabrito. Al sur de esa montaña hay unos quinientos metros de llamas aún sin dominar.

Más de 4.000 hectáreas

El incendio, que se declaró el pasado miércoles, ha afectado ya a más de 4.000 hectáreas. El presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, se mostró confiado en que las llamas quedarán controladas pronto. Según señaló, las labores de extinción habían ido evolucionando favorablemente a lo largo del día. Aunque apuntó que "hay que ser prudentes y aún no se puede hablar de estabilización".

Destacó, también, que a las tareas de extinción se han incorporado veintiún efectivos nuevos de El Hierro y La Gomera, además de un hidroavión procedente de Málaga, lo que ha permitido que estén actuando en las labores de extinción hasta doce medios aéreos, pues uno de los Kamov continúa parado por trabajos de mantenimiento, y más de trescientos cincuenta efectivos terrestres. Varias carreteras de la zona permanecen cerradas a la espera de que las llamas se estabilicen.