"Muy abatido" y encerrado en casa, sin ganas de salir. Así se encuentra, según el letrado Antonio Cifuentes, el langreano de 36 años que el pasado domingo por la mañana arrolló a un vecino de la localidad de Vegalencia, en el concejo de Ribera de Arriba, presumiblemente bajo una fuerte intoxicación etílica, y luego se dio a la fuga, abandonando su coche, un Seat León de color rojo, en plena carretera y huyendo a pie hacia las orillas del Nalón, donde fue localizado.

F. H. T. quiere pedir perdón a la víctima, Gregorio del Campo Menéndez, y a la familia de éste, y espera que se recupere cuanto antes de las graves lesiones que sufre y que obligaron a su ingreso en la uvi del Hospital Universitario Central de Asturias. El diagnóstico que mantiene hospitalizado a este empleado del Ayuntamiento de Ribera de Arriba de 63 años no puede ser más grave. Sufre una lesión medular, cuya evolución vigilan muy de cerca los médicos, ante el temor de que pueda afectar a su futura movilidad. Del Campo tiene fracturadas además siete costillas y tiene rota una pierna por tres sitios: tibia, peroné y tobillo.

Tiene además golpes por todo el cuerpo. Sufrió un traumatismo craneoencefálico serio, aunque todo indica que no padece daños cerebrales. Según indicaron sus familiares, podría ser intervenido de sus fracturas la semana que viene, una vez que se observe la evolución de sus lesiones. Por el momento esta semiinconsciente y su estado no puede ser más delicado.

Los vecinos que le vieron tras el atropello, con la camisa rota y cubierto de sangre, pensaron que el vehículo lo había arrastrado por la carretera. La luna de parabrisas del Seat León quedó completamente astillada. Aún así, F. H. T. condujo a través se seis kilómetros antes de abandonar el vehículo, ante el temor de ser cazado por la Guardia Civil, que estableció un fuerte dispositivo que incluyó incluso el despliegue de un helicóptero. No le sirvió de mucho, porque terminó siendo localizado por una patrulla de Seguridad Ciudadana de Trubia.

Declaración

F. H. T. quedó en libertad el mismo domingo, con la obligación de presentarse ante el Juzgado que instruya la causa. El atestado se encuentra en el juzgado de guardia y será remitido, presumiblemente el jueves o el viernes "al Juzgado que turne", según el letrado Antonio Cifuentes, que dijo desconocer los pormenores del accidente salvo por lo que ha trascendido en la prensa.

Todo indica que el conductor, que según fuentes cercanas habría consumido bebidas alcohólicas -los agentes llegaron a recabar la presencia del Servicio de Atención Médica Urgente ante el estado que presentaba-, trataba de evitar las vías principales para eludir cualquier control de alcoholemia. El atropello se produjo a gran velocidad. La víctima, aseguran los vecinos, fue cazada por la espalda, sin posibilidad de apartarse y evitar el encontronazo. Lejos de quedar a auxiliar al herido, el conductor inició una loca carrera a ninguna parte.