El palacio de La Cogolla, una edificación del siglo XVI, sufrió ayer graves daños materiales provocados por un incendio de origen aún desconocido, aunque se investiga si pudo ser provocado. Las llamas afectaron fundamentalmente a la estructura del inmueble, calcinó parte de la techumbre y quemó por completo la escalera de madera que había a la entrada. Los vecinos mostraron ayer su disgusto y malestar por el siniestro.

Los Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) recibieron el aviso a las 6,36 horas. Fue Juan Antonio González quien telefoneó. Su madre, Mercedes Peláez, explicó que fue él quien vio las llamas cuando salía a trabajar.

"Estoy muy disgustada porque nos criamos aquí", reconoce esta vecina de la Cogolla. Igual que su hijo, que siempre decía que si algún día le tocaba la lotería compraría el palacio -propiedad de varios miembros de la familia Uría- para no verlo caer. "Es una pena", agrega Ángeles Fernández, que no se percató del incendio hasta por la mañana. Temen que ahora se acelere su ruina completa.

Domingo Rodrigo Álvarez de las Asturias ordenó construir el inmueble como derivación del palacio de la Ferrería. Según los vecinos, el edificio lleva unos 20 años deshabitado. Parte del tejado ya había caído anteriormente por el estado ruinoso del palacio.

Bomberos del Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA), con base en el parque de Piloña, sofocaron el fuego, que calcinó unos 100 metros del forjado y la techumbre. También quemó una escalera de madera a la entrada del inmueble, cuya pérdida es la que más apena a sus vecinos. Los bomberos tuvieron que extremar las precauciones durante las labores de extinción debido a la inestabilidad del edificio, pues parte de la techumbre y de la estructura estaba derruida. La parte que más afectada resultó fue la de la torre, la más antigua de la edificación.

"No es prototipo de la arquitectura asturiana porque tiene arreglos arquitectónicos en el interior y exterior de principios del siglo XX que lo hacen singular y con art nouveau y arte ecléctico", destacó Casilda Ríu. "Es lo que se perdió, además de la riqueza de las puertas y los materiales que se trajeron de Filipinas cuando el arte oriental estaba tan en boga", añade. Lamenta la pérdida de los frescos que realizó el gran pintor José Uría, hermano de Manuel Uría -bisabuelo de Casilda y Consuelo Ríu-, el diputado que hizo los últimos arreglos al palacio, en ruina y saqueado desde hace unos años.