La Audiencia Provincial de Murcia ha condenado a ocho años de cárcel a un hombre que "de manera asidua" abusó de su hija desde 2009, cuando tenía sólo 13 años, hasta 2014, fecha en la que la víctima adquirió la mayoría de edad y se decidió a denunciar los hechos. El relato de hechos probados de la sentencia recoge que para mantener las relaciones sexuales, con penetración vaginal, el padre utilizaba el pretexto de que la hija le tenía que dar masajes en la espalda por la lumbalgia que sufría, para lo que entraba en el dormitorio de ella. El procesado se valió también de la superioridad que le otorgaba su condición de padre. La chica aseguró que cuando comenzaron las relaciones sexuales y se opuso a su práctica, el padre le decía que eran normales, "que todas las chicas lo hacían y que todas guardaban el secreto".