Una joven de 14 años, L. C. F. G., falleció a primera hora de la mañana de ayer en Zaragoza tras precipitarse accidentalmente de un quinto piso al huir del fuego que se propagó rápidamente por su vivienda. Su padre fue rescatado por un bombero de la antena parabólica de la que quedó suspendido.

El suceso se produjo pasadas las 08.00 horas, cuando se desencadenó un incendio, lo más probable en el salón de la vivienda, por causas que se investigan, aunque fuentes policiales apuntaron que el origen pudo ser un brasero o una estufa, sin descartar que haya sido por un cortocircuito.

La vivienda era propiedad de la abuela de la familia, y en ella estaban su hijo, su nieta y una mujer de 47 años que la cuidaba. Al parecer, las dos mujeres pudieron salir del piso cuando se inició el fuego, pero no el hombre y la joven, que intentaron huir de las llamas descolgándose por una de las ventanas. El padre quedó cogido a una antena parabólica, pero la chica se precipitó al vacío desde el quinto piso en un patio interior.

Los tres supervivientes fueron trasladados al Hospital Miguel Servet, todos ellos por inhalación de humo. Una de ellas, la cuidadora, de 47 años, recibió el alta a primera hora de la tarde de ayer. La abuela, octogenaria, continuaba hospitalizada ayer por la noche, al igual que su hijo, ambos estables y este último con probabilidad de que reciba el alta a partir de hoy.

En el lugar del suceso, otras ocho personas, según fuentes del Gobierno de Aragón, fueron atendidas por los servicios médicos, entre ellos el bombero que rescató al hombre que estaba suspendido en la parabólica y que se tuvo que quitar el sistema de respiración para acceder a él.

La intervención ha sido "bastante trabajosa", no sólo por la virulencia del incendio, sino porque las llamas impedían a los bomberos llegar hasta las dos víctimas, explicó el sargento de los bomberos de Zaragoza, Javier Pizarro. Cuando llegaron a sofocar el fuego, se encontraron con que parte de las viviendas del edificio situado en el número 9 de la plaza de los Sitios ya habían sido desalojadas, mientras que los vecinos se habían confinado en otras.

Fue el caso de los residentes del sexto, que "actuaron bien", se quedaron cuatro personas en una habitación, pusieron toallas mojadas debajo de la puerta para que no les afectara el humo y "están perfectamente", afirmó el bombero.