Un joven vecino de la parroquia rural de Monteana de 32 años de edad y cuya identidad corresponde a las iniciales I. G. F. se entregó ayer a las ocho y media de la mañana en la Comisaría de Policía Nacional de El Natahoyo confesando haber matado a su madre, de 54 años. Al parecer y según las primeras investigaciones de la Guardia Civil, el detenido asfixió a la mujer con una almohada, de madrugada cuando la víctima dormía. El suceso tuvo lugar en el domicilio familiar en el que además del parricida confeso y la fallecida conviven el padre del detenido y sus dos hermanos. Los familiares no conocieron el alcance de la tragedia hasta horas después del crimen. Los agentes de la Benemérita de la Comandancia de Contrueces elaboran ahora un informe que será remitido al juzgado de guardia.

Está previsto que los forenses realicen hoy una autopsia al cadáver de la fallecida para cerciorarse de las causas del fallecimiento. En cuanto fue escuchada la confesión, el detenido fue trasladado a los calabozos de la Comandancia de la Guardia Civil de los que está previsto que salga esta mañana para ser trasladado ante el juez de guardia.

En círculos próximos a la familia nadie se explica lo sucedido, pues en el vecindario aseguran que la noche del lunes no se escuchó en la vivienda discusión alguna. El parricida se quedó despierto hasta que tomó la decisión de acabar con la vida de su madre. Poco después de cometer el crimen decidió entregarse. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias patrullas de agentes de la Guardia Civil. Los funcionarios interrogaron a allegados del detenido. Fuentes cercanas al caso aseguran que la familia se encuentra "destrozada" por un suceso al que no encuentran explicación. No se descarta que en las próximas horas el acusado pueda ser sometido a un examen psiquiátrico para descartar que padezca alguna enfermedad mental o que estuviera pasando por una depresión.