Una vecina de la localidad salense de Quintana de Villazón apareció ayer muerta en su domicilio. La octogenaria Concepción Ruiz Julián, que vivía sola en un inmueble en el centro del pueblo, fue hallada en la vivienda, donde se detectó una alta concentración de monóxido de carbono. A pesar de ello, las causas del fallecimiento no han sido esclarecidas, y fuentes cercanas a la familia apuntaban ayer a una posible muerte tras un infarto.

Antes del mediodía los vecinos alertaron al Centro de Coordinación de Emergencias ante el fuerte olor a gas procedente del inmueble. En la casa, donde había una estufa de gas, se detectó una alta concentración de monóxido de carbono, según la información ofrecida por el Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA). Las mediciones realizadas con el explosímetro ratificaron la existencia de concentraciones altas de monóxido de carbono. Los efectivos del SEPA procedieron a ventilar la vivienda adonde se desplazó un equipo de tres bomberos con base en el parque de Grado, que se trasladaron con el vehículo de primera salida y el furgón multisocorro. Los bomberos accedieron a la vivienda con equipos de respiración autónoma. Antes, agentes de la Guardia Civil habían logrado entrar en la vivienda, junto con el médico de Salas desplazado a la zona. Éste sólo pudo certificar la muerte de la mujer.

Concepción Ruiz, conocida como Conchita por vecinos y familiares, residía en la casa conocida como "El Estanque", y no tenía hijos. Su fallecimiento, junto con la llegada de los efectivos de bomberos y Guardia Civil a la localidad, alteró durante la jornada a esta localidad salense. "Cuando regresé de cazar vi todo el despliegue de equipos allí en el medio. Después ya nos dijeron lo que le había sucedido a Conchita", relató uno de los vecinos.

"El médico nos dijo que había sido muerte natural", explicaba a LA NUEVA ESPAÑA, aún conmocionada por lo sucedido, una vecina cuya casa está situada enfrente de la de la víctima, por lo que no es seguro que la causa del fallecimiento haya sido una intoxicación por monóxido de carbono a causa de una mala combustión de la estufa que Conchita utilizaba para calentarse.

Si finalmente se tratase de muerte por intoxicación por monóxido de carbono, sería la segunda en el Occidente de Asturias en apenas dos semanas. El 18 de noviembre, en Cerredo (Degaña), un hombre de 68 años fallecía, y una mujer de 58 años resultaba grave tras inhalar monóxido de carbono por la mala combustión de una cocina de carbón. Y en Oviedo, cerca del Palacio de los Deportes, un escape de gas dejó otro fallecido y dos heridos.