Un hombre de origen magrebí fue detenido en León tras huir de un autocar de la empresa Alsa, que hacía la ruta León-Madrid y cuyo conductor decidió volver a la capital leonesa tras la denuncia de una pasajera que sospechaba que el hombre era un terrorista yihadista. Lo que el detenido llevaba en la mochila no era una bomba, sino unos 300 gramos de hachís, que provocaron su huida, dejando en el vehículo el equipaje y provocando el pánico entre sus compañeros de viaje frustrado.

El viaje había comenzado unos minutos antes cuando la mujer se acercó al conductor y le manifestó su temor de que el joven fuera un terrorista. El conductor intentó calmarla pero la viajera pidió bajarse del autobús en plena autovía. Ante esa situación el chófer decidió regresar a la estación de autobuses leonesa desde donde el magrebí salió disparado aunque fue detenido minutos más tarde en las inmediaciones. El individuo era un viejo conocido de los agentes.