Un vecino de Zaragoza realizó su compra habitual y al llegar a su casa se percató de que el bote de Nesquik que había adquirido no llevaba el precinto. La sorpresa fue mayúscula cuando al abrirlo pudo comprobar que dentro había una bolsa con 250 gramos de cocaína. El vecino fue a Comisaría a entregar la mercancía, valorada en unos 13.000 euros.