La joven Carla Santos Rubio, de 31 años, cuya desaparición denunció anteayer su familia, fue hallada muerta ayer en el trastero de su vivienda en León, sin signos de violencia. La joven dejó su domicilio, donde vive con sus padres, poco antes de las seis y media de la tarde del martes para ver a una amiga. Licenciada en Derecho y Económicas, estudiaba un máster.