Una zona sin mayores peligros salvo que, como la mayor parte de las áreas portuarias, no tiene barandillas. Y un coche que se precipita en la noche por causas que aún siguen siendo una incógnita. Al menos oficialmente. El accidente derivó en tragedia.

Dos jóvenes murieron en el interior de ese coche que acabó en el agua en la zona de pantalanes del puerto deportivo de Laredo, en Cantabria, mientras que un tercer ocupante logró salir del vehículo por sus propios medios y tuvo que ser trasladado con hipotermia al hospital, aunque parece fuera de peligro.

Los dos jóvenes fallecidos y el superviviente tienen entre 17 y 20 años y todos ellos son vecinos de Laredo.

Según informó el Servicio de Emergencias del 112 del Gobierno cántabro, en el momento del accidente había marea baja y el turismo cayó unos cuatro metros hasta la cota de agua para después sumergirse unos seis metros y quedar encallado sobre el techo en una zona de lodo del fondo marino del puerto. Dos de los jóvenes no pudieron salir.

Aunque no están claras las causas del siniestro, fuentes próximas a la investigación adelantaban ayer que el coche siniestrado podría haber estado manejado en esos momentos por uno de los chicos que no tenía carné de conducir para que practicara y que en un momento determinado habría perdido el control del vehículo y caído al mar.

El Centro de Atención a Emergencias 112 del Gobierno de Cantabria recibió aviso del accidente por parte de la Guardia Civil minutos antes de la 01.20 de la madrugada.

Baja temperatura

Hasta el lugar se movilizaron bomberos del parque de Laredo, Policía Local, 061, un médico del SUAP de la villa, una embarcación de Salvamento Marítimo, una embarcación y buzos de Cruz Roja y el grupo de apoyo psicosocial de la misma institución.

A su llegada a la zona, un guardia civil se tiró al agua pero no pudo acceder al vehículo debido a la baja temperatura del mar.

Lo mismo hicieron tres bomberos, pero éstos ya vestidos con trajes especiales de neopreno, pero la profundidad a la que se encontraba el coche les impidió llegar a él.

Finalmente fueron los buzos de Cruz Roja los que, provistos con botellas de oxígeno, consiguieron descender hasta el turismo siniestrado y comprobar que, tal y como se temían, en su interior había dos cuerpos.

El coche pudo ser extraído del agua con la ayuda de los buceadores y una grúa de grandes dimensiones. Los efectivos del 112 lograron sacar del interior del turismo los cuerpos de las víctimas ante la mirada de desencanto de un numeroso grupo de vecinos que se congregó en la zona.