Acababa de aceptar dos años y medio de prisión en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo por golpear y patear a su mujer, a la que no podía acercarse por orden judicial, en la localidad de Albandi (Carreño). Pero al salir de la sala, ayer por la mañana, el acusado, un patrón de pesca cuya identidad se corresponde con las iniciales J. M. B. S., no pudo resistirse a hacer un comentario cuando pasaba ante la agredida, sentada en el vestíbulo junto a varios familiares. "Menudo premio", soltó el hombre, lo suficientemente alto para que le oyese todo el mundo. Una de las personas que acompañaban a la mujer le advirtió en ese momento: "A ver si terminamos en Comisaría". El hombre no hizo ningún comentario más y abandonó la Audiencia. El incidente muestra las dificultades para ofrecer a las víctimas una efectiva protección frente a los maltratadores, como han señalado en diferentes ocasiones las asociaciones involucradas en la lucha contra la violencia de género.

El hombre se enfrentaba a penas que sumaban cinco años y nueve meses de prisión. Pese a que no podía acercarse a menos de cien metros de su mujer, ambos reanudaron la convivencia y sobre las diez y media del 15 de noviembre de 2015, la pareja inició una violenta discusión durante el transcurso de la cual el acusado agredió a la mujer a patadas y puñetazos. La agresión cesó al llegar a la vivienda una dotación de la Policía Local de Carreño. La mujer, de 45 años, tuvo que ser atendida en el Hospital de Jove en Gijón. Le quedaron cicatrices y perdió un diente.

Ayer, en la Audiencia, el reconocimiento de los hechos permitió al hombre reducir sensiblemente la pena. Así, por el quebrantamiento de condena, aceptó una seis meses -el fiscal pedía nueve-, y por las lesiones, dos años, frente a los cinco que solicitaba inicialmente el ministerio público. Además, no podrá acercarse a la mujer durante tres años, frente a los seis que se solicitaban inicialmente.