El destacamento de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias ha tomado declaración en calidad de investigados a 20 ciudadanos que podrían haber cometido varios delitos de estafa y falsedad documental. Los agentes de la Benemérita aseguran que estos asturianos timaron 75.000 euros a varias compañías de seguros. La investigación que permitió la identificación de estos presuntos estafadores llevó más de un año

Los trabajos policiales se iniciaron en diciembre de 2015 gracias a un accidente de tráfico que tuvo lugar en una rotonda próxima al centro comercial "Intu Astur", que despertó las sospechas de los agentes de tráfico que asistieron al lugar. Se trataba de un accidente de tráfico consistente en la colisión de dos vehículos por alcance. Los daños no eran muy cuantiosos, pero las circunstancias en las que se había producido y la actitud de los implicados hicieron sospechar a los agentes de la "veracidad" del percance, por lo que se dio inicio a unas investigaciones al objeto de comprobar la legalidad del mismo.

Las indagaciones, que duraron hasta enero de 2017, han permitido determinar la existencia de varios delitos de estafa y varios delitos de falsedad documental en un total de tres accidentes simulados total o parcialmente con unos beneficios superiores a los 75.000 euros, permitiendo comprobar la implicación de 20 personas en los hechos. Todos los siniestros se produjeron en el municipio de Siero, y para evitar levantar sospechas, debido a su amplio historial como estafadores, en dos de los siniestros, los implicados se desplazaron a Asturias desde León para provocar la colisión.

Utilizaban vehículos viejos e incluso golpeados.

Estas personas tenían un modo de operar similar en todas sus actuaciones. Utilizaban vehículos viejos o incluso golpeados previamente para circular. Al hacerlo o bien en una intersección o en una rotonda giratoria, provocaban el choque uno con otro, dando lugar a un accidente por alcance. Tras simular diversas lesiones y alargar en todo lo posible el tratamiento terapéutico, presentaban un parte al seguro cobrando por ello una suculenta indemnización, que variaba en función de los daños corporales declarados y del número de ocupantes.

Al conductor que le había tocado ser parte "culpable" de la fingida colisión, se le daría la oportunidad de ser afectado en otro momento, o incluso se repartían los beneficios con los ocupantes del otro vehículo. Entre las compañías defraudadas están Liberty Seguros, Seguros Pelayo, Mapfre Automóviles, Generali España, Patria Hispana y el Consorcio de Compensación de Seguros. Todos los investigados tenían antecedentes policiales anteriores por hechos diversos.