El letrado de Cándido C. C., Ricardo Álvarez Buylla, se mostró muy interesado en conocer por qué motivo no se había procesado a un antiguo portero del club de alterne "Delfos", al que, según la Policía, los "Mercheros" suministraban de 25 gramos a un kilo de cocaína. El jefe de Estupefacientes indicó que había sufrido una crisis personal y se había refugiado en la religión, abandonando sus antiguas actividades. Actualmente es pastor evangelista. Los letrados trataron de conocer si había algún confidente que hubiese traicionado al grupo. El inspector dijo no recordar si tenía un informador dentro. Las relaciones del clan quizá se extendían a una funcionaria de prisiones y posiblemente a un agente de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, puesto que a uno de los implicados se le encontraron copias de las actas informativas realizadas por la Policía. El jefe de Estupefacientes negó que se hubiese investigado a la funcionaria de prisiones por introducir drogas en la cárcel de Asturias. La investigación a este grupo se prolongó durante siete meses. Se trata de una causa de 23 tomos, con 12.000 folios, que se prolonga ya durante siete años.