"La niña me dijo que su padre le quitaba el pijama, se ponía encima de ella y le metía el dedo en el 'cucu'. También que tenía el calzoncillo mojado", aseguró en la mañana de ayer en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo la abuela juzgada por acusar en falso a su yerno de abusar de su nieta, que tenía seis años y medio cuando se denunciaron los hechos, en 2014. La mujer, vecina de Nava, aunque denunció en Piloña, no convenció de su inocencia al ministerio fiscal, que mantuvo para ella una pena de año y medio de prisión.

El psicólogo forense sostuvo en el juicio que la denuncia presentada contra el padre de la pequeña era absolutamente instrumental e inverosímil. En la entrevista que hizo a la pequeña observó un lenguaje propio de adultos, y una versión clavada a la de la abuela. Además, no vio a la niña marcada por hechos tan graves como unos abusos. El hecho que le convenció de que estaba ante una gran mentira fue que la niña, al salir de la entrevista, le preguntó a su abuela si le iba a dar ya "el regalo", a lo que la mujer respondió ignorándola. Para el psicólogo, está claro que la abuela influyó en la pequeña.

El padre de la niña, defendido por Susana Cezón, aseguró que su exsuegra le amenazó con denunciarle si no pagaba libros y zapatos para la niña. "Me dijeron: 'O pagas o terminas en la cárcel. Nunca le hice eso a la niña", clamó el hombre, de Bimenes, quien reclama 60.000 euros de indemnización.

La madre, que es sordomuda, declaró que la niña le tiene miedo a su padre y que le llegó a confesar los abusos, algo que contrasta con su declaración inicial ante el Juzgado, en la que negó saber nada del asunto. Según la denuncia que presentaron en 2014, y que fue sobreseída, los abusos se producían cuando la mujer se encontraba en casa y se levantaba de la cama para preparar el desayuno, algo que la fiscal estima inverosímil. La defensa, a cargo de Juan Luis Berros, considera que la abuela solo transmitió lo que le dijo su nieta.